Tengo publicados en la revista el Migajon, de Serradilla,cientos de poemas, pero este es uno de mis favoritos sin duda.
LA MUERTE DE LA TARDE
Eclosiona el ocaso del estío
como un mar de espuma degollada,
como un pecho sangrante de cuchillo
que ya entrego su alma.
Las flores ambarinas resaltan
en locas pinceladas,
y lineas quebradas de aeronave
adornan en la grana.
La tarde de polvo y remolinos
murió lenta, tal vez desesperada,
mas quedo su tiempo en el reloj,
el reloj de las tardes olvidadas.
Lejana ya, apenas violácea,
el viento cansado de soplar
con ella en la muerte se solapa,
y alguna estrella de hilo fugaz
al este se derrama.
La tarde fue vencida una vez mas
como tantas y tantas
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